Según MONTMOLLIN M., la ergonomía se caracteriza por dos grandes corrientes complementarias:
Por un lado, se encuentra la más antigua, la corriente americana (Estados Unidos, Canadá “Provincias de habla inglesa”, e Inglaterra), la cual considera la ergonomía como la utilización de las ciencias para mejorar las condiciones del trabajo humano. Las disciplinas de la anatomía y de la fisiología, por ejemplo, permitieron el diseño de sillas, monitores y horarios mejores adaptados al organismo humano. Por otro lado, la psicología ha creado mejores sistemas de presentar la información… Dentro de ese espíritu, la ergonomía trabaja en la concepción de dispositivos técnicos, como las maquinas, las herramientas, los puestos de trabajo, los monitores, los programas…
En fin, para esta tendencia, la ergonomía, consiste en tener en cuenta las características generales del hombre, para la mejor adaptación de las máquinas y los dispositivos técnicos. Los ergónomos estudian el hombre como máquina y la adaptación de la máquina al hombre basándose, en particular, en las características antropométricas (altura, tamaño los distintos segmentos del cuerpo, pesos, sexo, edad..., psicofisiológicas (resultados de los órganos de los sentidos, atención, vigilancia...), vinculados al esfuerzo muscular (contracción muscular, consumo en oxígeno, ritmo cardíaco...), vinculadas a la influencia del medio ambiente físico (calor, frío, polvo, agentes tóxicos, ruido, vibraciones..., los ritmos circadianos (la alternancia vigilia-sueño y la influencia de sus perturbaciones sobre el sueño y sobre la salud...).
Por otra parte, la segunda más reciente corriente, y más europea (Francia, Canadá “Quebec”, Brasil) considera la ergonomía como el estudio específico del trabajo humano con el fin de mejorarlo. Así pues, para reanudar el ejemplo citado arriba, esta tendencia se preocupará menos de la silla o la pantalla tomada aisladamente que del conjunto de la situación de trabajo del trabajador observado. En este sentido, el ergónomo se orienta hacia la organización de trabajo, es decir quien realiza que, y sobre todo cómo la persona lo hace, y si podría efectuarlo mejor. Ciertamente, estos objetivos pueden ser logrados por una mejor concepción de los dispositivos técnicos, pero considera también, los procedimientos de trabajo, y finalmente de las actividades y competencias de los trabajadores.
Así pues, esta más reciente ergonomía, consiste en analizar la actividad de operadores particulares enfrentados a tareas particulares. Este enfoque tiende a favorecer la dinámica de la actividad humana en el trabajo, más que al solo análisis de las características psicofisiológicas. Los ergónomos estudian el hombre como protagonista y las modificaciones de la interacción analizando, en particular, el trabajo como un proceso donde obran recíprocamente el operador, capaz de iniciativas y reacciones, y su medio ambiente técnico, también dado por lo evolutivo e influenciable.
Adaptado por Ignacio Segovia
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